Un estudio realizado por la Universidad Internacional de Cataluña, publicado en la revista internacional Environmental Research and Public Health, aseguró que la práctica del sexting aumentó durante la pandemia un 2% entre chicas y 10% entre los chicos.
¿Qué es el sexting? Según los autores del mismo estudio, consiste en el “acto enviar, recibir o reenviar contenido audiovisual de carácter sexual a través de dispositivos electrónicos o redes sociales”. No se trata de un problema de seguridad, sino que más bien el peligro se encuentra en cómo se utiliza ese contenido.
El alza de esta práctica se debe, principalmente, a la utilización de aparatos tecnológicos desde pequeños. Hay que tener en cuenta que las nuevas generaciones pasan un porcentaje importante de su día utilizando estas plataformas, por ende, desarrollan su vida tras estos aparatos y se sienten seguros.
Pero, la realidad es que esta práctica conlleva serios riesgos si el contenido es diversificado o mal utilizado. La difusión de fotos o videos significa pérdida de privacidad, dañando la imagen de la persona involucrada y generando consecuencias como falta de confianza o problemas psicológicos.
Además, el mismo hecho puede generar situaciones de ciberbullying por el acoso que se puede generar en torno a la persona afectada, extorsión si el contenido llega a la persona incorrecta y busca sacar un rédito de esto, grooming o riesgo físico, poniendo en peligro la integridad física de los involucrados.
¿Cómo sanciona la ley a los victimarios?
Esto depende del marco legal que maneje cada país, pero la difusión de contenido sexual sin el consentimiento de la víctima puede significar:
- Exhibicionismo y provocación sexual a menores
- Generación, difusión o tenencia de pornografia infantil
- Daño a la intimidad, honor y honra
Rol de los adultos responsables
Hoy todos estamos expuestos, por ende, es importante que padres o responsables de menores se preocupen de educar sobre estos temas, por más incómodos que puedan ser en algunos casos. Conocer qué hace el menor en internet, concientizar y utilizar herramientas como control parental puede ayudar a prevenir un caso de sexting.
Como cierre, es bueno mencionar que la adolescencia es un proceso de descubrimiento y eliminar estas prácticas no es viable, más considerando la prioridad que tiene la tecnología en la vida de las personas, pero hay que tener claro que es importante tener un lazo de confianza con la persona a la cual se le envía contenido. Además, las redes sociales están expuestas a situaciones de hackeo o similares, como nuestros teléfonos corren riesgo de ser robados, extraviados, lo cual hay que tener en consideración.