Nota realizada por el equipo de Analítica Avanzada de BRAVE UP!
De forma coloquial, el término “estudiante controversial” se asocia a un(a) estudiante que expresa opiniones o toma acciones que son fuertemente opuestas o debatidas dentro de su escuela o comunidad académica. Dicho comportamiento, puede estar relacionado con sus creencias o acciones dentro y fuera del aula. Es importante tener en cuenta que lo controversial no necesariamente significa negativo o positivo, sino que evoca opiniones contrapuestas.
De acuerdo a la teoría del análisis de redes sociales con sociogramas, un(a) estudiante controversial es aquel(la) que es seleccionado(a) con alta frecuencia por sus pares del grupo escolar tanto en relaciones positivas -de amistad o cercanía- como en relaciones tensionadas. Los(as) estudiantes controversiales son percibidos(as) por sus pares como disruptivos(as) y agresivos(as), pero también como líderes sociales [1].
Desde la perspectiva del profesor o equipo de convivencia escolar este tipo de estudiantes puede ser confundido tanto con estudiantes aceptados(as) -estudiantes muy gustados(as) y también muy visibles- como con estudiantes rechazados(as) por sus pares, esto puede generar una incorrecta interpretación de las dinámicas sociales dentro de los(as) estudiantes, y consecuentemente, llevar al diseño y aplicación de intervenciones erróneas. En este contexto, la presente nota tiene por objetivo mostrar los principales elementos diferenciadores de los estudiantes controversiales.
¿Quiénes son los(as) estudiantes controversiales?
Para que un(a) estudiante sea catalogado(a) como controversial, desde la sociometría [1], se afirma que debe cumplir con ser reconocido(a) por sus pares como altamente visible. Es decir, que muchos(as) de sus pares lo seleccionan ya sea porque les desagrada o porque les agrada. A la vez, debe presentar una cantidad mayor al promedio del grupo en nominaciones positivas y negativas: muchos(as) lo(a) identifican como uno(a) de los(as) estudiantes que más le agradan como también muchos(as) lo(a) identifican como uno(a) de aquellos(as) que menos le agradan. Es en esta dualidad en la que radica la particularidad de este grupo.
Para evidenciar cómo se compone este grupo, te presentamos un ejemplo: en el grupo escolar de Mateo, hay 40 estudiantes -incluyéndolo a él-. Se le solicitó a cada integrante del grupo que seleccionara a aquellos pares que más le agradan -nominaciones positivas- y a aquellos que menos le agradan -nominaciones negativas-. En los resultados, se evidencia que Mateo obtuvo 15 nominaciones positivas y 12 negativas, tal como se muestra en la Figura 1. Además, la desviación estándar y el promedio de impacto social del grupo son 6 y 9, respectivamente. A partir de estos valores, se debe replicar el siguiente procedimiento para determinar si Mateo es o no un estudiante controversial:
- Calcular el Impacto Social (visibilidad): 15 + 12 = 27
- Estandarizar el Impacto Social:
- Impacto Social Estandarizado: (27 – 9 ) / 6 = 3
- Chequear si cumple con los criterios de pertenencia al grupo [1]:
- Impacto Social Estandarizado mayor a 1: se cumple. Este criterio corrobora que el estudiante se encuentra significativamente por encima del promedio del grupo en cuanto a Impacto Social.
- Nominaciones Negativas y Positivas con valor mayor a 0: se cumple. Este criterio corrobora que el estudiante se encuentra por encima del promedio del grupo en cuanto a cantidad de Nominaciones Negativas y Nominaciones Positivas.
Figura 1: Ejemplo de estudiante en la categoría de estatus controversial.
¿A qué se asocia el ser controversial?
Dada la dualidad de este grupo en términos de nominaciones positivas y negativas, ha sido difícil caracterizarlo en comparación con otros grupos de estatus -como el de aceptados(as) o el de rechazados(as)-. Las primeras indagaciones respecto a los estudiantes controversiales [1] concluyeron que estos(as) son percibidos como perturbadores y causantes de peleas, como también con dificultades para aprender. A la vez, fueron identificados(as) como líderes en magnitudes similares a las de sus pares caracterizados(as) como aceptados(as). Esto se complementa con que los resultados posicionaron al grupo de controversiales como el único significativamente por debajo de la media en el ítem de timidez, lo cual apoya la visión de estos(as) estudiantes como visibles y activos(as). Sin embargo, en años recientes, se han realizado estudios que indagan en las características del grupo de estudiantes controversiales, logrando confirmar y/o complementar las presentadas en esta investigación.
Un estudio al respecto se llevó a cabo en Finlandia durante el 2018 [3], el cual se basó en la medición de fortalezas emocionales y de conducta para caracterizar a grupos de estudiantes. En específico, se midieron cinco dimensiones previamente propuestas por Michael Epstein [2], las cuales se presentan a continuación:
- Fortalezas interpersonales: mide la capacidad de un(a) estudiante para controlar su emociones o comportamientos en situaciones sociales. Por ejemplo, “acepta un no como respuesta” y “reacciona a las desilusiones con calma”.
- Fortalezas afectivas: evalúa la capacidad de un(a) estudiante para aceptar el afecto de otros(as) y expresar sentimientos hacia los demás. Por ejemplo, ”acepta un abrazo” y “pide ayuda”.
- Participación familiar: mide la participación y relación de el(la) estudiante para y con su familia. Por ejemplo, “participa en actividades familiares” e “interactúa positivamente con sus hermanos(as)”.
- Funcionamiento escolar, se centra sobre la competencia de el(la) estudiante en las tareas escolares y del aula. Por ejemplo, “presta atención en clase” y “completa las tareas de la escuela a tiempo”.
- Fortalezas intrapersonales: mide en un sentido amplio la perspectiva que tiene el(la) estudiante sobre su competencia y logros. Por ejemplo, “demuestra confianza en sí mismo” y “es entusiasta de la vida”.
Los resultados de la investigación revelan que los(as) estudiantes controversiales presentan menos fortalezas intrapersonales e interpersonales en comparación con sus pares que son identificados como aceptados(as) y aquellos que son identificados(as) como estudiantes promedio. Esto se replica en participación familiar, fortalezas afectivas y el funcionamiento escolar, dimensión en la cual, también, presentan diferencias significativas respecto al grupo de estudiantes aislados(as), presentando un nivel menor de fortalezas académicas en relación con este grupo. Sin embargo, al consultar a los(as) docentes sobre su percepción del rendimiento académico de los(as) estudiantes, el grupo de controversiales presenta mejores resultados que el grupo de rechazados y es superado significativamente solo por el grupo de aceptados, ya que presenta resultados similares a los(as) estudiantes promedio y a los(as) aislados(as).
Realidad BRAVE UP!
A continuación presentamos algunos hallazgos interesantes de este segmento de estudiantes observados en los datos de la comunidad BRAVE UP!.
Bienestar: En cuanto al bienestar de los estudiantes, al responder a la pregunta: ¿Cómo te has sentido dentro del colegio los últimos tres meses? el 8.9% de nuestra muestra declaró sentirse mal o muy mal dentro del colegio. Sin embargo, al analizar específicamente a los estudiantes controversiales, este porcentaje se eleva al 13.6%. Por otro lado, al considerar el bienestar fuera del colegio, se observó que el porcentaje de estudiantes que se sienten mal o muy mal pasó de un 8.2% en la muestra general a un 10.6% en el grupo de estudiantes controversiales.
Distribución por nivel: A considerar todos los niveles, se encontró que el 6.1% de los(as) estudiantes pertenecen a la tipología controversial, lo cual equivale a un total de 539 estudiantes. Nuestros datos revelan que la mayor concentración de estudiantes controversiales se encuentra en el sexto año de educación básica, con un porcentaje de 8.6% de su nivel. Por otro lado, la menor concentración de estudiantes controversiales se observó en el cuarto año de educación media, con un porcentaje de 3.4% de su nivel.
Identidad de género: Al considerar la muestra total del año 2022 (~9K) se encontró que el 3.8% de los estudiantes se identifican como género no binario. En tanto, al observar únicamente a los estudiantes controversiales, este porcentaje se incrementa ligeramente, alcanzando el 4.8%. Dicho de otra manera, existe una mayor concentración de estudiantes controversiales dentro de los estudiantes con identidad no binaria.
Víctimas de agresión y la tipología controversial: Un hallazgo importante encontrado en los datos levantados BRAVE UP! durante el 2022 es la correlación existente entre los estudiantes víctimas de agresión y la tipología controversial. Dentro de la población general de estudiantes, el 6% corresponde a estudiantes controversiales. Sin embargo, al analizar específicamente a las víctimas de agresión, este porcentaje se eleva significativamente, alcanzando un 11.4%. Evidenciando una mayor concentración de estudiantes controversiales dentro de los estudiantes reportados (o auto reportados) como víctimas de agresión.
Conclusiones
Los estudiantes controversiales son aquellos que generan fuertes reacciones y desacuerdos dentro de su escuela o comunidad académica debido a sus opiniones, acciones o comportamientos. A la vez, el estatus de un estudiante controversial se basa en ser seleccionados tanto en relaciones positivas como negativas por sus pares, lo que los posiciona como líderes sociales, pero también como disruptivos y agresivos. Sin embargo, su comportamiento no debe ser confundido con el de estudiantes populares o rechazados, ya que su visibilidad y dualidad los distingue.
Los estudiantes controversiales son percibidos con características problemáticas, pero también de liderazgo. Su bienestar emocional dentro y fuera del colegio puede verse afectado, y se observa una mayor concentración de estudiantes controversiales entre las víctimas de agresión.
Estos hallazgos nos invitan a reflexionar sobre las dinámicas sociales en el entorno educativo y la importancia de comprender y apoyar a estos estudiantes para evitar interpretaciones erróneas y aplicar intervenciones adecuadas.
*Test chi-cuadrado fue utilizado para validar la significancia estadística de las diferencias.
Referencias
[1] Coie, J. D., Dodge, K. A., & Coppotelli, H. (1982). Dimensions and types of social status: A cross-age perspective. Developmental psychology, 18(4), 557.
[2] Epstein, M. (1999). The Development and Validation of a Scale to Assess the Emotional and Behavioral Strengths of Children and Adolescents. Remedial and Special Education, 20(5), 258-262.
[3] Rytioja, M., Lappalainen, K., & Savolainen, H. (2019). Behavioural and emotional strengths of sociometrically popular, rejected, controversial, neglected, and average children. European Journal of Special Needs Education, 34(5), 557-571.