Convivencia escolar en el 2025: tendencias y desafíos para el año que comienza

Juan Pablo Perret

enero 7, 2025

La convivencia escolar es el corazón de una comunidad educativa sana y respetuosa. No solo garantiza un entorno donde los estudiantes pueden aprender en armonía, sino que también fortalece la formación de habilidades sociales y emocionales clave para el desarrollo integral de las personas. Sin embargo, al mirar hacia el 2025, nos enfrentamos a un panorama desafiante, donde las demandas sociales, los avances tecnológicos y las normativas emergentes plantean tanto oportunidades como retos significativos.

Tendencias que marcarán la convivencia escolar en 2025

1. Integración de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación

La inteligencia artificial ya está revolucionando la forma en que los colegios gestionan la convivencia escolar. Herramientas basadas en IA permiten analizar patrones de comportamiento entre estudiantes, identificar riesgos de acoso escolar de forma preventiva o para actuar si está ocurriendo y personalizar estrategias de intervención. Por ejemplo, con sistemas capaces de detectar indicadores de conflictos en tiempo real, las instituciones podrán reaccionar antes de que los problemas escalen (UNESCO, 2022).

Esto también abre la puerta a la creación de plataformas de aprendizaje que refuercen las competencias socioemocionales de los estudiantes. Estos programas no solo mejorarán la convivencia, sino que también ayudarán a los estudiantes a construir resiliencia frente a las dificultades.

2. Un enfoque renovado en la salud mental y el bienestar emocional

Los efectos de la pandemia de COVID-19 resaltaron la importancia del bienestar emocional en las comunidades educativas. Para 2025, se espera que muchas instituciones implementen programas enfocados en la salud mental, incluyendo figuras como “tutores emocionales” que actúan como enlaces entre estudiantes y especialistas (OMS, 2023).

Además, cada vez más colegios adoptan proyectos de educación socioemocional como parte integral de su programa educativo. Estas iniciativas no solo abordan el bullying y otros problemas de convivencia, sino que también preparan a los estudiantes para gestionar sus emociones y mantener relaciones saludables (Edutopia, 2024).

3. Ciudadanía digital ética y responsable

Con la creciente presencia de los niños y adolescentes en plataformas digitales, la convivencia escolar también se ha trasladado al entorno virtual. Si vamos fuera de Chile, en países como España, específicamente en regiones como Galicia, por ejemplo, la Estrategia Gallega de Convivencia Escolar 2025 busca fomentar una ciudadanía digital ética y responsable, promoviendo un uso seguro e inclusivo de las tecnologías.

Este esfuerzo incluye educar a los estudiantes sobre ciberseguridad, privacidad y respeto en línea, garantizando que el entorno digital sea un espacio de aprendizaje y convivencia positivo.

4. Mayor inclusión y equidad

La inclusión y la equidad continúan siendo temas centrales en el ámbito educativo. Las nuevas normativas demandan que los colegios implementen políticas que fomenten la equidad de género y el respeto a la diversidad, asegurando que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de desarrollo (UNICEF, 2024).

Los desafíos que se vienen este 2025

1. Adaptación a nuevas normativas

El cumplimiento de las leyes relacionadas con la convivencia escolar es un aspecto crítico. Normativas como la 438 en Chile, que exige el uso de bitácoras para registrar y gestionar casos de violencia escolar, representan un avance importante. Sin embargo, también implican un reto para los colegios, que deben adaptar sus procesos internos y formar a sus equipos en el uso de estas herramientas.

En países como España, regiones como La Rioja están introduciendo nuevas normativas para mejorar la convivencia escolar. Esto subraya la necesidad de que las instituciones educativas mantengan una capacitación constante y actualicen sus protocolos.

2. Integración efectiva de tecnologías emergentes

Si bien la tecnología ofrece soluciones innovadoras, también plantea el desafío de integrar eficazmente en el entorno escolar. Herramientas como la realidad aumentada y la computación en la nube pueden mejorar la participación de los estudiantes y crear entornos de aprendizaje flexibles, pero requieren capacitación, inversión y una estrategia clara para su uso (EdTech Magazine, 2024).

3. Formación docente

La clave para afrontar los desafíos de la convivencia escolar en 2025 reside en los docentes. Es esencial que los educadores se formen no solo en el uso de nuevas tecnologías, sino también en competencias socioemocionales. Esto les permitirá identificar y abordar problemas de convivencia de manera oportuna y efectiva (OECD, 2023).

4. Gestionar el cambio cultural

Promover un cambio en la cultura escolar que valore la inclusión, la equidad y el respeto puede ser un proceso lento. Los colegios deben involucrar a toda la comunidad educativa—incluidos estudiantes, familias y docentes—para construir un entorno que refleje estos valores.

Un futuro prometedor

A pesar de los retos, el futuro de la convivencia escolar luce prometedor. Con el apoyo de las tecnologías emergentes, el compromiso con el bienestar emocional y el cumplimiento de normativas inclusivas, las instituciones educativas tienen la oportunidad de transformar sus comunidades escolares en espacios más seguros y equitativos.

El 2025 no solo será un año de avances tecnológicos y normativos, sino también una invitación a repensar cómo vivimos juntos en los entornos educativos. La convivencia escolar, como reflejo de la sociedad, nos desafía a evolucionar hacia una convivencia más humana, colaborativa e inclusiva.

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