Bienestar socioemocional: la preocupante brecha de género en escolares 

BRAVE UP!

marzo 7, 2023

Por Isidora Jeria, Romina Inostroza, Camila Rojas y María Ignacia Tupper

La autoestima y autopercepción de sí mismo/a son aspectos fundamentales en la configuración y desarrollo integral de las personas,  ya que inciden en sus niveles de bienestar, comportamiento, formas de relacionarse, ámbito académico entre otras. En esta línea, la literatura ha advertido que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres. Debido a los roles de género socialmente asignados, las mujeres presentan menores tasas de autoestima y una percepción de sí mismas más negativa, en comparación con los hombres

Estas diferencias están plasmadas en las distintas esferas de la sociedad, siendo una de ellas el espacio educativo. Es así como la autoestima académica se entiende como la autopercepción y la autovaloración de estudiantes respecto a su propia capacidad de aprender, y las percepciones o actitudes que muestran hacia los procesos de aprendizaje y el logro académico

En este escenario, la etapa escolar se concibe como un momento clave para abordar las problemáticas asociadas con la brecha de género de autoestima y autopercepción, dado que se ha demostrado que existe mayor apertura y flexibilidad del concepto de sí mismos(as) en edades más tempranas y, por ende, una mayor probabilidad de generar un cambio en estas áreas.

En este contexto, se advierte que las consecuencias de las brechas de género en estudiantes podrían ser múltiples, teniendo efectos tanto en el corto plazo (rendimiento académico, formas de relacionarse, etc.), como en el largo plazo (vida laboral, situación económica, salud, etc.)

Durante el 2022, BRAVE UP! recogió la opinión de más de 2800 estudiantes de distintos establecimientos del país -entre 4° básico a IV° medio- respecto a temáticas de convivencia escolar. En los resultados obtenidos, se confirma el diagnóstico advertido por expertos(as): existe una brecha significativa entre la autopercepción de hombres y mujeres, siendo este último grupo el que reporta niveles de bienestar más debilitados en comparación a sus pares hombres. En específico, al consultar sobre la satisfacción con la forma de ser, un 75% de los hombres indicó que le gusta su forma de ser, mientras que, en el caso de las mujeres, esta cifra disminuye a un 59,5%, develando una brecha de 15,5%. A su vez, al preguntar por el sentimiento de orgullo de sí mismos, se observa una brecha de 16%: un 66,7% de los hombres indica sentirse orgulloso de sí mismo versus un 50,7% en el caso de las estudiantes mujeres.

Respecto a la capacidad de autorreconocimiento de habilidades y realización, se presenta una brecha de 11%, siendo los estudiantes hombres quienes indican en mayor medida ser capaces de reconocer sus logros y aprendizajes. Esto se complementa con que un 49,3% de las estudiantes consultadas indican que, en ocasiones, sienten que no son buenas en nada, lo cual contrasta con el 29,3% de hombres que señala lo mismo. A su vez, un 53% de las estudiantes indica haberse sentido estresada y/o ansiosa en los últimos 3 meses, mientras que, en el caso de los estudiantes hombres, la cifra disminuye a un 32%. 

Cabe destacar que las brechas más pronunciadas se concentran en los niveles entre 6° básico y II° medio, siendo especialmente preocupante la situación de los I° medios, donde se presentan las brechas más altas en los distintos aspectos mencionados.

Estos datos nos confirman la realidad que viven estudiantes en sus contextos educativos. Además de proporcionar aprendizajes académicos a estudiantes, la escuela es un espacio de socialización clave en la vida de las personas, donde es fundamental fomentar la reflexión crítica para cuestionar las inequidades de género.

Considerando lo anterior, cobra especial relevancia repensar la educación desde una perspectiva de género y no sexista, cuidando cada acción educativa, lo cual significa que deben haber revisiones y cambios a nivel institucional para asegurar que la cultura de las escuelas tenga a la base esta mirada.

 

Algunas propuestas:

  • Educación socioemocional transversal desde educación parvularia. 
  • Participación de estudiantes en el desarrollo de las comunidades educativas, considerando siempre la inclusión de diversidades y disidencias de género. 
  • Formación constante del equipo educativo con enfoque de género: charlas, talleres, cursos, etc. 
  • Revisión, para un posterior diseño e implementación, del currículum, manuales y protocolos, otorgándole un papel central en las comunidades educativas a la promoción de la equidad de género.

 

Además de estos cambios institucionales, es relevante reflexionar junto con estudiantes  esta realidad. A continuación, proponemos una serie de preguntas que pueden ayudar a abrir la reflexión.

En primer lugar, antes de comenzar la actividad es importante que el(la) docente prepare un ambiente acogedor y seguro para el estudiantado. Luego, se debe explicar el objetivo de esta instancia destacando que todo lo mencionado será confidencial, por lo que se espera puedan responder con total tranquilidad y sinceridad.

Se recomienda generar una instancia que promueva una reflexión profunda donde se puedan comentar y debatir los temas antes abordados. Por ejemplo, se podrían abordar preguntas como las que se presentan a continuación: 

  1. Considerando la brecha en los niveles de bienestar entre hombres y mujeres ¿De qué manera creen que en los colegios se hacen diferencias por género en cuanto a expectativas, oportunidades, rendimiento académico o instancias de reconocimiento?¿Has vivido o sabes de alguien que haya vivido alguna experiencia relacionada que quieras compartir? 
  2. ¿Por qué crees que, en general, las estudiantes tienen niveles de autoestima y autopercepción de sí mismas más bajas que sus compañeros?
  3. ¿Qué podría hacer el colegio para mejorar el autoestima y autopercepción de las estudiantes? 

 

Inviten al estudiantado a responder estas preguntas en forma personal y luego en un plenario reflexionen sobre los aspectos que parezcan más relevantes. Si realizarás esta actividad en niveles menores, te recomendamos adaptar la redacción de las preguntas para que sean comprendidas, sin embargo es importante mantener su contenido. A su vez, es importante que lo conversado en esta instancia quede registrado para que posteriormente se puedan articular acciones para dar respuesta a estos desafíos. Sin embargo, recuerda asegurar la privacidad de los(as) estudiantes manteniendo el anonimato de sus relatos.

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¹ Milicic, N., & Gorostegui, M. E. (1993). Género y autoestima: un análisis de las diferencias por sexo en una muestra de estudiantes de educación general básica. Psykhe, 2(1). Recuperado a partir de http://rda.uc.cl/index.php/psykhe/article/view/20087)

² Mineduc (2021). Unidad de Currículum y evaluación “autoestima académica y motivación escolar”. Recuperado a partir de: https://www.curriculumnacional.cl/614/articles-90116_recurso_2.pdf

³ Ortega Ruiz, P., Mínguez Vallejos, R. F. R., & Rodes Bravo, M. L. (2000). Autoestima: un nuevo concepto y su medida. Teoría de la educación: revista interuniversitaria

⁴ Cayetano Poma, N. (2012). Autoestima en estudiantes de sexto grado de primaria de instituciones educativas estatales y particulares de Carmen de la Legua-Callao.

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