Los Indicadores de Desarrollo Personal y Social en la educación chilena

Juan Pablo Perret

septiembre 7, 2022

Los Indicadores de Desarrollo Personal y Social (IDPS) son un conjunto de índices que entregan información complementaria a los resultados de la prueba SIMCE, sacando el contenido netamente académico, de acuerdo a los objetivos generales de la educación.

El SIMCE es una evaluación de carácter censal se aplica de forma anual en los cursos entre 4° básico y II° medio, y de forma bianual en 6° y 8° básico. Tiene como objetivo medir los resultados de aprendizaje de cada establecimiento. Por ello, estos indicadores se añaden al contenido que se imparte en el aula.

Ambos mecanismos fueron elaborados por el Ministerio de Educación de Chile, y se realizan en este país, en donde la ley establece objetivos generales que se miden en estas evaluaciones, a través de los cuales se obtienen resultados.

Son cinco aspectos los que se miden, entre los cuales se encuentran:

Autoestima académica: este indicador considera la percepción y valoración de los estudiantes en relación a su capacidad de aprender. Es decir, su actitud frente a sus aptitudes, habilidades y posibilidades de superarse, así como la valoración que hacen de sus atributos en el ámbito académico.

Motivación escolar: en este aspecto se miden las percepciones de los estudiantes respecto a su interés y disposición al aprendizaje, expectativas académicas y motivación a lograr un objetivo propuesto, además de sus actitudes frente a las dificultades al momento de estudiar.

Clima de convivencia escolar: el clima está directamente relacionado con el bienestar y desarrollo socioafectivo de los estudiantes, que afecta a su conducta, disposición y rendimiento durante las actividades escolares. Esto genera percepciones y actitudes en los estudiantes, docentes y toda la comunidad escolar en tres dimensiones:

  1. Ambiente de respeto: se refiere al trato respetuoso que existe entre la comunidad educativa, la valoración de la diversidad y la ausencia de la discriminación existente. También, incluye el respeto a la infraestructura.
  2. Ambiente organizado: esta perspectiva se enfoca en las normas y reglamentos al interior del establecimiento, y el cómo se solucionan los conflictos. Considera también las actitudes de los estudiantes ante las normas de convivencia y transgresión.
  3. Ambiente seguro: mide los grados de violencia física y psicológica al interior del establecimiento, así como la existencia de prevención y acción ante situaciones de acoso escolar.

Participación y formación ciudadana: tal como abordamos en nuestra nota sobre “Importancia de participación y democracia en la enseñanza escolar”, este aspecto mejora el clima participativo y la disposición de la comunidad educativa. Se mide en tres dimensiones, las cuales son la participación, sentido de pertenencia y vida democrática de alumnos, docentes y padres.

Hábitos de vida saludable: la práctica de actividad física y una alimentación balanceada incrementa la capacidad de cada estudiante de resolver tareas y ayuda a la concentración y memoria. También combate trastornos como la ansiedad y estrés. Básicamente, mide la relación del estudiante con la vida saludable.

Hábitos alimenticios, de vida activa y de autocuidado son las tres dimensiones que se miden en este punto. También, los protocolos escolares frente al consumo de alcohol y drogas.

Información obtenida a través del Ministerio de Educación

Publicaciones Relacionadas