La violencia de género digital hace referencia a las vulneraciones que sufren mujeres, niñas, adolescentes y la comunidad LGTBIQ+ a través de internet, en donde la víctima es denostada, humillada o acosada.
Como consecuencia, este tipo de violencia genera daño psicológico y emocional, reforzando prejuicios, afectando a la confianza y generando barreras de relacionamiento y participación, pudiendo derivar, incluso, en formas de violencia sexual u otros tipos de violencia física.
El acceso a internet se ha extendido, lo que ha significado que la violencia crezca en nuevos espacios. La pandemia, precisamente, ayudó a la incrementación de este tipo de violencia, ya que la mayoría de la gente se vio obligada a insertarse en el mundo digital.
De acuerdo al informe “Violencia de Género en Internet” CITAR INFORME realizado por la Fundación Datos Protegidos en 2018, tanto mujeres como disidencias se exponen de forma distinta a este tipo de violencia en relación a los hombres, ya que los ataques hacia el género femenino y la comunidad LGTBIQ+ atraviesan una serie de denostaciones que atacan directamente a su condición, sexualidad e integridad como personas.
Repercusiones en la vida personal
Sufrir violencia de género digital afecta negativamente en la vida de cada individuo. Las consecuencias se ven representadas a nivel emocional, problemas de autoestima y la relación con su cuerpo, además de incrementar la inseguridad que puede derivar en problemas psicológicos.
Algunos formas de ejercer violencia de género digital
- Acosar o controlar a una persona usando su teléfono
- Recibir mensajes constantemente que generan incomodidad
- Interferir en relaciones de tu pareja en internet con otras personas
- Espiar las conversaciones en redes sociales de una persona
- Censurar fotos que una persona publica en sus redes sociales
- Controlar a una persona respecto a quien sigue, comenta o conversa en sus redes sociales
- Solicitar las claves personales de esa persona