La pandemia, las clases en línea, los problemas familiares o personales provocan alteraciones en la vida cotidiana de las personas. Principalmente, mermando el rendimiento académico en el caso de los alumnos y su motivación para enfrentar el día a día. Esto puede generar distintos efectos en cada niño y niña.
Sentimientos de aislamiento, incertidumbre, miedo, rabia, pérdida y tristeza pueden ser sensaciones que experimentan los jóvenes y adolescentes, lo cual a la larga genera desventajas en el proceso de aprendizaje, comportamiento y salud, tanto física como mental (Shonkoff, Boyce y McEwen, 2009).
Si bien tampoco hay que evitar que un adolescente enfrente estos procesos, porque también son parte fundamental del desarrollo íntegro de cada individuo, necesita una institución, profesores y adultos responsables que se encarguen de ayudarlos en ese proceso.
Aprendizaje socioemocional
Este aprendizaje se define como el proceso que reúne distintas habilidades básicas para reconocer y manejar las emociones, fortalecer relaciones, tomar y lidiar con decisiones, fomentando la conciencia de cada ser y su desarrollo emocional. Además, permite el crecimiento de capacidades y habilidades que ayudan a niños y niñas en el proceso de enseñanza contribuyendo a un mejor bienestar psicosocial.
Apoyo psicosocial
Una descripción del apoyo psicosocial son los procesos que facilitan la resiliencia en individuos, familias y comunidades, y tiene como objetivo ayudar a las personas a recuperarse de una crisis que haya trastornando sus vidas, desarrollando habilidades para regresar a la normalidad.
Cuando hablamos de apoyo psicosocial existen dos categorías: la dimensión psicológica que involucra pensamientos, emociones, comportamientos, recuerdos y percepciones, y la social, que hace referencia a la interacción y relaciones entre el joven con su familia, compañeros y comunidad.
Las escuelas son ambientes que benefician a niños, niñas y adolescentes que viven un período complejo. El apoyo psicosocial protege de las consecuencias negativas proporcionando rutinas y oportunidades para crear relaciones, además de ser un precursor del buen rendimiento académico.
