El ciberbullying se puede definir de la misma forma que el bullying, es decir, una conducta agresiva intencional de poder sobre un agredido, que no puede defenderse a sí mismo y que es repetitiva, pero llevado a plataformas digitales.
Pero, este patrón contiene algunas diferencias en relación al hecho presencial, y las consecuencias de este hecho también varían:
- No hay límite de espacio y tiempo: En el caso del acoso digital, las acciones se dan mediante aparatos tecnológicos, redes sociales, chats, email, y el horario no está definido, como ocurre con el bullying presencial, el cual suele darse en el colegio o en los alrededores de este.
- Alcanza una gran audiencia: El acoso presencial solo es visto por quienes están presentes, en cambio, la acción cibernética puede implicar a toda la red de contactos y si es enviado a otros grupos, el alcance que esta puede generar.
- Aumentan los potenciales agresores: Generalmente, el bullying en la sala de clases tiene un acosador o un grupo de cercanos a este, pero vía digital, puede ser una persona, un grupo, desconocidos o anónimos.
- Rapidez y repetición de la información: Si bien la conducta agresiva hacia la víctima se suele repetir en el día a día, de forma online esto se puede reiterar por el envío de material y porque después de un tiempo puede volver a aparecer.
¿Quiénes participan en el acoso digital?
Este hecho, que se puede entender como una dinámica social, busca establecer status y jerarquías entre individuos, grupos y testigos, los cuales validan estas prácticas.
- Agresores o acosadores: Es quién o quiénes envían un mensaje textual o visual para amenazar, intimidar o dañar a la víctima. Suele tener conductas negativas también en su rutina presencial y no comprende la gravedad de sus acciones online.
- Víctimas: Son quienes reciben a través de internet mensajes hirientes, irrumpen en sus redes sociales o esparcen rumores sobre ellos. Suelen ser individuos con menos estatus, menor nivel de integración, baja autoestima y problemas en el colegio.
- Espectadores o testigos: Son quienes ven los mensajes publicados, pueden sumarse a agredir o defender, pero no suelen actuar ni a favor ni en contra de nadie, ya sea por temor o porque no son conscientes de que están participando en este hecho.
Precisamente, el apartado de espectadores cuenta con cuatro tipos de testigos, los cuales participan de forma directa o indirecta en el hecho:
- Asistentes del bullying: Se unen al agresor para continuar el bullying. Puede ser por estar de acuerdo o sentir la presión de sus pares.
- Reforzadores del bullying: Son quienes entregan feedback a los agresores a través de risas, comentarios o mirando sin mostrar su desacuerdo con la situación.
- Ajenos (outsiders): Intentan retirarse de la situación sin intervenir, ya que de esta forma evitan tener cualquier responsabilidad.
- Defensores de la víctima: Se ponen de parte de la víctima y brindan algún tipo de apoyo, enfrentándose a los agresores, ayudando a la víctima o informando a las autoridades del establecimiento educacional.
Como vemos, se trata de dos tipos de acosos, pero con diferencias marcadas, con el ciberbullying apareciendo como una variante más reciente, que tuvo un aumento importante en el período de las clases online.
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